¿Café frío con salsa de soja? Parece una locura, pero esta receta se ha convertido en mi ritual diario. Y tras probarla, entenderás por qué.
Con solo unos pocos ingredientes y un batidor de mano, puedes preparar una café helado increíblemente cremosa, con capas de sabor que sorprenden al paladar.
La clave: un toque de leche condensada, una pizca de sal, y sí, una gota de salsa de soja para potenciar la profundidad.
El resultado es un café helado que no necesita nata, ni siropes industriales.
Ingredientes (para una taza de 25 cl)
- 1,5 cucharadas soperas de café instantáneo
- 1 cucharada sopera de leche condensada
- 5 cl de agua caliente (90 °C aprox.)
- 1 gota de salsa de soja (opcional, pero recomendada)
- 1 pizca de sal
- 2 gotas de aroma de vainilla
- 12 cl de leche fría
- 3–4 cubitos de hielo
Preparación del café helado paso a paso
- En una taza alta, mezcla el café instantáneo, la leche condensada, el agua caliente, la sal, el aroma de vainilla y la gota de soja.
- Bate con un espumador de leche durante unos 30 segundos, hasta que obtengas una crema ligera y aireada.
- En un vaso alto, añade los cubitos de hielo y la leche fría.
- Vierte la espuma de café encima, sin mezclar.
- Disfrútalo tal cual… o mezcla para un sabor más uniforme.
¿Por qué funciona esta receta?
Este café helado funciona porque:
- La leche condensada aporta dulzor natural y textura.
- La sal y la soja realzan el sabor del café (efecto umami).
- El batido crea una crema estilo “dalgona” sin azúcar refinado.
Consejo extra
Añade una pizca de canela o ralladura de limón para una versión gourmet.
Y si buscas un boost: espolvorea un poco de matcha por encima.
Si nunca has probado un café helado con soja, esta receta te sorprenderá.