Después de meses con precios desorbitados, el aceite de oliva comienza por fin a ceder. Los supermercados ya reflejan una bajada significativa, y muchos hogares respiran aliviados.
Un descenso muy esperado por los hogares españoles
Después de meses de precios disparados, el aceite de oliva ha bajado un 45 % respecto al año anterior. Esta caída, que afecta principalmente al virgen extra, ha sido recibida con alivio por parte de los consumidores.
¿Qué explica esta bajada inesperada?
Según expertos del sector, la mejora de las cosechas en ciertas regiones, sumada a una menor demanda por el alto precio sostenido, ha influido directamente en este descenso. También ha contribuido la intervención de algunas cadenas de distribución que han ajustado sus márgenes.
Las familias recuperan el “oro líquido” en sus cocinas
Durante el último año, muchos hogares optaron por alternativas más económicas o redujeron el uso del aceite de oliva en sus recetas. Ahora, con esta bajada, muchas familias vuelven a incluirlo en su compra semanal.
“Nos costaba casi el doble, así que dejamos de comprarlo durante meses. Ahora que ha bajado, por fin lo hemos vuelto a traer a casa”, cuenta Eva, madre de dos hijos en Zaragoza.
Los productores piden cautela ante el entusiasmo
Desde el sector agrícola se advierte que, aunque los precios bajen a corto plazo, los costes de producción siguen siendo elevados. Las condiciones climáticas extremas y el coste del agua podrían volver a impactar los precios en los próximos meses.
¿Se mantendrán los precios bajos en verano?
Aunque junio ha dado una señal positiva, muchos expertos dudan de que esta tendencia se mantenga durante el resto del verano. Todo dependerá de la evolución de la demanda y de la cosecha de finales de año.
El mercado del aceite de oliva parece dar un respiro, pero la situación sigue siendo volátil. Aun así, esta bajada representa una bocanada de aire para miles de familias que buscan volver a llenar su despensa sin vaciar el bolsillo.